Hace poco tuve una cena con antiguos compañeros de trabajo y elegimos un restaurante japonés para celebrar tal acontecimiento.
Nunca había ido a uno y la verdad es que me apetecía estrenarme, ya que me interesa bastante la cultura japonesa.
El hecho de comer pescado crudo no me quitaba las ganas, ya que desde pequeño, y como andaluz, ya había comido los famosos boquerones en vinagre y me gusta el salmón ahumado.
El restaurante Sakura, de Santiago de Compostela, tenía una decoración típica japonesa y nos decidimos por una mesa con sillas, en lugar de sentarnos en el suelo.
La comida en general, me gustó. Elegimos un menú degustación que tuviera un poco de todo.
Un entrante a base de Chipirones, Algas y Hongos (de sabor dulce y picante), una Sopa de Paté de Soja (muy rica, y parecida a la sopa de pescado que hace mi madre), una tabla de Sushi (con distintos pescados crudos que estaba bueno), un plato de Solomillo de Ternera poquísimo hecho llamado Gyuu no Tataki (lo que menos me gustó, ya que la carne me gusta pasada), un plato de Tempura (pescado y verdura rebozada en una harina especial, muy bueno), y de postre un Helado de Té Verde (no me gustó, el de Frambuesa estaba delicioso). De bebida, una cerveza japonesa, que se parecía bastante a una normalita (pero más cara, 3€).
En fin, que la comida estuvo bien (ni muy mal, ni mal, ni muy bien). No le recomiendo ir a personas que sean un poco quisquillosas con respecto a las comidas, ya que entonces comerán poco.
Lo peor, el precio, ya que fue bastante carillo (31 €).