iPhone 5

Desde hace unas semanas soy un afortunado poseedor del nuevo iPhone 5.

Mi iPhone 5

Mi anterior smartphone, un iPhone 3GS, con 3 años de antigüedad, que aunque funciona todavía a la perfección, se estaba quedando ya un tanto obsoleto.

Como sigo encantado con el ecosistema de productos de Apple que tengo montando en casa (Macbook Pro, iPad, iPod Touch y iPhone), la elección de mi nuevo teléfono estaba clara.

No voy a entrar a relatar las bondades de dicho teléfono, ya que considero que en Internet hay suficientes páginas que lo describen detalladamente, aunque estoy plenamente convencido de que este teléfono cautiva cuando lo usas. Su diseño es tan espectacular que no hay nada mejor en el mundo, y la integración entre su hardware y su software es perfecta.

Para mi no hay ninguna duda. Puestos a elegir,  me quedo sin dudarlo con el iPhone 5.

Fitbit Ultra

Siempre se suele decir que tras las vacaciones de Agosto, a la gente le cuesta horrores volver a su rutina diaria. Sobre todo a los que se tienen que incorporar de nuevo a sus trabajos. Es por eso que un incentivo nunca viene mal.

En mi caso, y teniendo un trabajo de oficina frente a ordenadores, impresoras, y demás engendros mecánicos, mi deseo es el de tratar de combatir un poco la vida sedentaria que todo esto conlleva.

Para ello, en estos días he comprado mi último cacharrito tecnológico. Se trata del Fitbit Ultra.

Fitbit Ultra

Fitbit Ultra es un minúsculo dispositivo inalámbrico que permite hacer un seguimiento detallado de tu nivel de actividad física diaria, pasos que andas, distancia que recorres, plantas que subes, calorías quemadas y hasta calidad de tu sueño, contabilizando el tiempo que duermes o las veces que te despiertas.

Es una buena herramienta de motivación para tratar de llevar una vida saludable. Sólo hay que llevarlo cómodamente en un bolsillo, o enganchado a modo de pinza en la ropa.

Además de almacenar todos los datos de tu actividad personal, contarás con un panel de control online y aplicaciones para tu teléfono móvil, donde puedes ajustar y ver tus metas personales, llevar un registro de tu comida, y cambiar las configuraciones del dispositivo. Todo ello con la integración de una red social, que permite encontrar y agregar amigos, crear grupos, y compartir sus metas con otros miembros de la comunidad Fitbit.

En definitiva, se trata de un dispositivo muy divertido de usar y tremendamente adictivo que nos incitará a batirnos con uno mismo o con amigos/conocidos, nos tentará a subir más escaleras en vez de usar el ascensor, dar un paseo diario para aumentar nuestros puntos, etc. Todo ello con el fin de cuidarnos más. Eso sinceramente creo que no tiene precio.

Para saber más:

Cursos online

A la hora de aspirar a promocionarme internamente en mi trabajo, por medio de concursos de méritos, siempre viene bien conseguir puntos realizando cursos de formación. En estos momentos estoy haciendo 2 cursos online:

1) de Excel 2003 Nivel Avanzado, para Office 2003 versión Windows, organizado por el Ministerio del Interior e impartido a través de la plataforma online de Telefónica Learning.

2) de Ofimática, organizado por CCOO e impartido a través de la plataforma online de la UNED.

Para ello en mi Macbook Pro con sistema operativo Mac OS X Mountain Lion, he creado dos máquinas virtuales con Parallels Desktop 7. En una he instalado un sistema operativo Windows 7 Ultimate, un paquete Office 2003 Profesional, e Internet Explorer 9 (los cursos sólo funcionan con este navegador) con la última versión de Java. En la otra he instalado la última versión del sistema operativo Ubuntu Linux.

Todo funciona a la perfección dentro del entorno virtual: red, DVD, Internet, audio, puertos USB…

Macbook Pro

Por cosas como esta me cambié a Mac 🙂

Sin avisar

Deberías volver a abrir los ojos.

Antes de que en tu alma estalle el devastador trueno que siempre llega
sin avisar.
Sin la cegadora luz de un relámpago perdido que lo anteceda.

Antes de que mañana se vuelva a acabar el mundo
sin avisar.
Sin que hayas logrado cumplir con la justicia divina de tu venganza.

Antes de que el encadenado perfume de las lilas y el miedo que lo inunda todo sean uno,
sin avisar.
Sin que el dolor acabe salvándote de ti mismo.

Deberías volver a abrir los ojos.

El Muro

El Muro

La noche se avecina, ahora empieza mi guardia.
No terminará hasta el día de mi muerte.
No tomaré esposa, no poseeré tierras, no engendraré hijos.
No llevaré corona, no alcanzaré la gloria.
Viviré y moriré en mi puesto.
Soy la espada en la oscuridad.
Soy el vigilante del muro.
Soy el fuego que arde contra el frío, la luz que trae el amanecer, el cuerno que despierta a los durmientes, el escudo que defiende los reinos de los hombres.
Entrego mi vida y mi honor a la Guardia de la Noche, durante esta noche y todas las que estén por venir.

George RR Martin (Canción de Hielo y Fuego)

Singularidad

Estoy a un paso de abandonar el Big Crunch y comenzar un nuevo Big Bang.

Tan sólo me queda olvidar el 50% de los sitios donde estuvimos… repudiar la totalidad de los besos que te di… aborrecer tus labios, tus manos, el brillo de tus ojos cuando aparentabas ser feliz… terminar de enterrar tus falsas sonrisas, tus vanas promesas, tus irreales caricias… no recordar jamás que una vez estuviste ahí mientras yo seguía estando solo… destruir cualquier pensamiento de tu existencia bajo mi mismo cielo.

Tan sólo me queda terminar de transformar toneladas de amor, en el más vil de los desprecios…

Y aunque siga sin comprender nada… abro los ojos.

Ahora sólo eres alguien que solía conocer

… pero no tenías porque alejarme así,
haciendo como si nunca hubíera pasado,
y que no éramos nada…

Somebody That I Used To Know es una genial canción del músico belga-australiano Gotye, que en este vídeo canta con la colaboración de la neozelandesa Kimbra.

Y no menos genial es la versión que del mismo tema, hace la banda canadiense Walk off the Earth, que los ha convertido en un fenómeno de masas en Internet.

Y es que a veces, uno encuentra una canción que refleja fielmente una etapa dura y cruel de la vida…

Gotye lo grita a pleno pulmón, y otros lo gritamos por dentro…