Rosie Reid, una lesbiana londinense de 18 años, perdió la virginidad ante el mejor postor. un ingeniero británico de 44 años, divorciado y con dos hijos, pagó 8.400 libras esterlinas (US$15.398) por ser el primer hombre en tener relaciones con la joven.
Con el objetivo de reunir lo suficiente para pagar la matrícula de su curso en la Universidad de Bristol, Reid ofreció en una página de internet acostarse con el hombre que le ofreciera más dinero, informa BBC.
Según el diario inglés News of the World, un ingeniero británico de 44 años, divorciado y con dos hijos, pagó 8.400 libras esterlinas (US$15.398) por ser el primer hombre en tener relaciones con la joven.
Reid decidió dar este paso para evitar el peso de una deuda de 15.000 libras (aproximadamente US$ 27.500) al concluir sus estudios de Políticas Sociales.
Acción drástica
«Fue horrible… Me sentía nerviosa y asustada», dijo al periódico. Reid dijo sentirse obligada a complacer a su cliente luego de que este había aceptado pagar la alta suma, por encima de otros 2.000 hombres que participaron de la subasta virtual.
«No sentí como si estuviese ocurriéndome a mí. Me sentí como si estuviera observando lo que le pasaba a otra persona», explicó Reid al contar su experiencia.
Mientras esto ocurría -según la entrevista, hace exactamente tres semanas-, su pareja lesbiana, Jess Cameron ocupaba una habitación en el mismo hotel. La estudiante dijo sentirse aliviada al concluir el acto y desesperada de regresar a los brazos de su novia. A la mañana siguiente se reunió con Cameron para «llorar y llorar».
Reid quien trabajaba para pagar sus estudios, dijo que prefería acostarse con un hombre extraño antes que enfrentar la perspectiva de años de pobreza honrando su deuda estudiantil.
De IBLNEWS.
Que mal está la gente… y encima, por la foto, la chica no es muy agraciada físicamente hablando… Supongo que el tío pagó por el morbo. Cuando se tiene mucho dinero, ya no se sabe en que gastarlo. Ahora está muy de moda en España todo el tema de prostitución de famosas a raíz del libro de Antonio Salas (pseudónimo), «El año que trafiqué con mujeres». El pueblo quiere escándalos…
