La Puerta Santa de la Catedral de Santiago de Compostela , ubicada en la Plaza de la Quintana, fue una de las 7 puertas menores de la catedral y estuvo dedicada a San Paio, cuyo monasterio está justo enfrente.
Respecto a su iconografía podemos decir que sobre ella puede verse a Santiago y a sus costados a sus discípulos Teodoro y Atanasio. A ambos lados de la puerta están colocadas 24 estatuas sedentes de apóstoles, patriarcas y profetas, todos ellos procedentes del coro románico construido por el Maestro Mateo. En la siguiente foto podemos ver la parte izquierda del coro.
El rito de apertura de la Puerta Santa se remonta al siglo XVI, que fue precisamente cuando se concedió la gracia del jubileo a Santiago. Desde entonces, cada año santo se lleva a cabo el mismo proceso, rompiendo el muro que franquea este espacio por el que los peregrinos acceden a la catedral de Santiago.
La apertura y cierre de la Puerta Santa marca el inicio y final del Año Santo. Durante doce meses, peregrinos, fieles, curiosos y demás visitantes, pueden acceder directamente a la girola de la catedral, muy cerca de la tumba del Apóstol Santiago.
La última tradición dice que el el arzobispo debe golpear tres veces con un martillo de plata la puerta (la actual es de bronce, obra del escultor Suso León) y abrirla con una llave. Después, se derriba el bloque de piedras que sella la entrada.
Si vas a Santiago de Compostela en Año Santo, pasar por esta puerta es algo que no te debes perder.
Últimamente, la puerta exterior ha sido objeto de prácticas nada religiosas 🙂
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