llego la poesía a buscarme.
No sé. No sé de donde salió.
De invierno o río.
No sé cómo ni cuándo.
No, no eran voces,
no eran palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche
de pronto, entre los otros,
entre fuegos violentos,
o regresando solo.
Allí estaba sin rostro
y me tocaba.
Más en mi página de poesía, apartado Pablo Neruda.
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