Uno de los alimentos que estoy tratando de suprimir de mi dieta es el azúcar. Hoy en día el azúcar está presente en gran medida en lo que comemos, bien sea como edulcorante, en refrescos, zumos, dulces, etc. Nada nos hace sospechar que sea un auténtico veneno.
Sin embargo, la realidad es que el azúcar es una sustancia tan adictiva como las drogas, y que provoca estragos en el organismo.
Cuando consumimos azúcar, el sistema inmunológico se debilita durante 6 horas, lo que nos hace más vulnerables a los gérmenes, virus y bacterias nocivas.
El alto consumo de azúcar es el principal culpable de la mayoría de las enfermedades crónicas que azotan nuestra sociedad: Diabetes, hipertensión, arterioesclerosis, Obesidad, Cáncer, Alzheimer, Candidiasis, Eczema, Síndrome Premenstrual, etc.
El azúcar blanco refinado que consumimos habitualmente es sacarosa sintetizada de forma artificial, y que por tanto, no contienen ninguna de las vitaminas o minerales que el cuerpo necesita para procesarla, por lo que el azúcar no sólo no nos aporta nada desde el punto de vista nutricional, sino que roba al organismo minerales y vitaminas (principalmente las del grupo B), de ahí que se diga que en los países desarrollados estamos sobrealimentados, pero desnutridos. Por si esto fuera poco, en el proceso industrial de refinado y blanqueado del azúcar se emplea ácido sulfúrico, por lo que éste suele contener residuos de sulfitos y bisulfitos.
Como alternativa estoy usando edulcorantes naturales saludables como son el Sirope de Ágave y la Stevia (nada de sacarina, ni azúcar morena o de caña, ni similares), y disminuir todo lo posible los alimentos ricos en azúcar como dulces, refrescos, etc. Si de verdad quieres cuidar tu salud, deberías planteártelo.