Suponiendo que existe un Dios creador del universo, omnipotente. ¿Puede crear una piedra que él no pueda levantar?
Esta es una versión clásica de la paradoja de la omnipotencia, que plantea un desafío lógico a la idea de un ser omnipotente. La pregunta, tal como está formulada, crea una contradicción interna: si Dios es omnipotente, debería poder hacer cualquier cosa, como crear una piedra que no pueda levantar. Pero si no puede levantar la piedra que él mismo creó, entonces parece que no es omnipotente.
Una forma de abordar esta paradoja es argumentar que el concepto en sí mismo es incoherente. La omnipotencia, entendida correctamente, no incluye la capacidad de hacer lo lógicamente imposible. Por ejemplo, no tendría sentido pedirle a un ser omnipotente que cree un círculo cuadrado o un número impar par, porque son contradicciones en términos. De manera similar, la idea de «crear una piedra que no pueda levantar» es una contradicción dentro de la propia definición de omnipotencia.
Otra perspectiva filosófica podría decir que la omnipotencia no es hacer todo lo imaginable, sino hacer todo lo que es posible. En este caso, lo lógicamente incoherente no sería una limitación del poder de Dios, sino una limitación de nuestro lenguaje y conceptos.
En resumen, la paradoja no es tanto una cuestión sobre el poder de Dios, sino sobre los límites del razonamiento lógico cuando se trata de conceptos como la omnipotencia.