Jeremy Jaynes, de 30 años, natural de Raleigh, en Carolina del Norte, ha sido condenado a nueve años de cárcel por el envío masivo de 10 millones de correos con publicidad no solicitada (SPAM) al día.
Para lograrlo, utilizaba dieciséis líneas de alta velocidad, un servidor en Virginia, y direcciones falsas.
De momento no irá a prisión, hasta que no concluya la apelación. Su abogado defensor está seguro de que ganarán.
Por su parte, Jaynes, dijo al juez que independientemente del desenlace de su apelación «puedo garantizar que no volveré a estar involucrado en este negocio a través del correo electrónico». Es una pena que estos delincuentes se arrepientan sólo cuando los cogen (pocas veces).
El SPAM, causante de enormes pérdidas financieras y de tiempo para los usuarios, empieza a ser considerado, por fin, como un delito importante. Lo primordial ahora es que en otros países se empiece a tomar en serio la gravedad de este delito y actúen en consecuencia, si queremos que estos indeseables no acaben con la comunicación por correo electrónico.
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Cierto es que el spam es indeseable, pero también hay acusaciones más graves de las que preocuparse…
saluditos
Pues sí, la verdad es que 9 años de cárcel me parece que es excesivo. Lo más seguro es que se quede en mucho menos o a lo mejor en nada.
Hay muchos violadores y/o asesinos que cumplen muchos menos años de prisión… 🙁