ÚLTIMO LIBRO LEÍDO: “ARMADA“ de Ernest Cline.
Tras conseguir la fama mundial con su maravillosa novela «Ready Player One«, que pronto veremos en los cines adaptada por Steven Spielberg, Cline decidió seguir explotando el filón de la ciencia ficción friki, nostálgica de contenidos audiovisuales pasados, centrándose esta vez en los videojuegos, películas y series con el tema principal de invasiones alienígenas.
Sin embargo esta vez no ha dado en la diana. Aunque «Armada» es una novela entretenida, que se lee rápido, ahí terminan sus virtudes. Eran muchas las expectativas puestas en esta novela, después de su anterior éxito a nivel mundial, y no se han cumplido.
La historia es un batiburillo de otras novelas de ciencia ficción exitosas, como «El juego de Ender«, y calco de películas como la clásica «Starfighter: La aventura comienza«. Sin embargo las tramas, personajes y situaciones están muy poco desarrolladas. Parece como si escribiera el libro con prisas, y para un público juvenil, lleno de clichés, tomándose demasiadas licencias narrativas, que exigen del lector una alta suspensión de la incredulidad, y culminando en un final poco sorprendente y carente de cualquier clase de emoción.
Si el autor demostró una gran maestría en «Ready Player One«, esta segunda novela está poco pulida. Espero que la próxima la tome con más calma y no se crea que sólo con meter muchas referencias frikis, ya tiene al público ganado. Sin duda volveré a leerle… pero mientras tanto espero disfrutar con la adaptación de Spielberg de «Ready Player One«.
Argumento
Zack Lightman se ha pasado la vida soñando. Soñando con que el mundo real se pareciera un poco más al sinfín de libros, películas y videojuegos de ciencia ficción que lo han acompañado desde siempre. Soñando con el día en que un acontecimiento increíble y capaz de cambiar el mundo hiciera añicos la monotonía de su aburrida existencia y lo embarcara en una gran aventura en los confines del espacio.
Pero un poco de escapismo no viene mal de vez en cuando, ¿verdad? Después de todo, Zack no deja de repetirse que sabe dónde está el límite entre lo real y lo imaginario. Que sabe que en el mundo real nadie elige para salvar el universo a un adolescente con problemas para controlar su ira, aficionado a los videojuegos y que no sabe qué hacer con su vida.
Y entonces Zack ve un platillo volante.
Para colmo, la nave alienígena es igual a las del videojuego al que se pasa enganchado todas las noches, un juego multijugador de naves muy popular llamado Armada en el que los jugadores tienen que proteger la Tierra de unos invasores extraterrestres.
No, Zack no se ha vuelto loco. Aunque parezca imposible, aquello es muy real. Y van a ser necesarias sus habilidades y las de millones de jugadores de todo el mundo para salvar la Tierra de lo que está por venir.
Al fin Zack se va convertir en un héroe. Pero a pesar del terror y la emoción que lo embargan, no puede evitar recordar todas aquellas historias de ciencia ficción con las que ha crecido y preguntarse: «¿Acaso no hay algo en todo esto que me resulta... familiar?»
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