En estos días, mi blog ha cumplido 10 años en Internet.
Pocos blogs en España pueden decir lo mismo. 10 años es mucho tiempo.
Durante ese periodo, mi vida ha sufrido muchos cambios, y como suele pasar con los blogs personales, la temática sobre la que suelo escribir ha cambiado sustancialmente.
No me importa si me lee más o menos gente, o si no me lee nadie. Tal vez, sólo escribo para mí, para tratar de acallar un poco los miles de fantasmas que torpedean mi cerebro. Fantasmas que consigo apaciguar durante un tiempo, pero que inevitablemente, siempre acaban volviendo.
No puedo prometer que voy a estar por aquí otros 10 años más. Lo que sí prometo es, que durante el tiempo que esté, mis palabras saldrán desde lo más adentro de mi alma. Tristes o alegres, calmadas o desgarradoras, caricias o golpes…
Qué continúe la travesía.