Contra todo pronóstico, la selección de Grecia se ha proclamado campeona de la Eurocopa de fútbol tras vencer a Portugal por 0-1.
Y digo contra todo pronóstico, ya que la selección griega estaba en las apuestas en el penúltimo lugar (sólo superada por Letonia) como futuras ganadoras del torneo.
Así, cumpliendo con las palabras que hiciera famosas el técnico Vujadin Boskov, fútbol es fútbol. Al final son 11 contra 11 y todo puede pasar… y pasó.
Grecia que durante el torneo ha jugado a un fútbol ramplón en ataque y muy bien arropado en defensa, ha ido eliminando a los rivales que le tocaban en liza, eso sí, contando también con la suerte que a los demás les resultaba esquiva.
No tengo nada que objetar a esta victoria ya que el conjunto griego ha sabido sacar partido de los hombres que tenía, menos dotados técnicamente y con menos caché que sus rivales y ha conjuntado un equipo totalmente compenetrado.
En resumen, no me ha gustado el nivel general de esta Eurocopa ya que el espectáculo ha brillado por su ausencia, salvo contadas ocasiones (República Checa), y al final ha tenido un ganador acorde con el fútbol visto.
Como aficionado del Barça, hacer mención a la anécdota del partido: a 5 minutos del final saltó un espontáneo con una bandera del Barça y se la lanzó a la cara a nuestro odiado Judas particular, Figo. Al final tuvo lo que se mereció tras la espantada que protagonizó de nuestro club cuando era el capitán del equipo y uno de los jugadores más amados por la afición y fichó por el máximo rival, demostrando que era un mercenario del fútbol. Señor Figo, como decimos en España, a todo cerdo le llega su S.Martín…