Inauguro está sección dedicada a explicar el origen de algunos dichos populares con esta expresión que se utiliza para designar que alguien es muy feo.
Se dice que Picio fue un zapatero, natural de Alhendín, y que vivía en Granada en la primera mitad del siglo último. Fue condenado a muerte, y hallándose en capilla recibió la noticia del indulto, y le causó tal impresión, que se quedó a poco sin pelo, cejas ni pestañas y con la cara tan deforme y llena de tumores, que pasó a ser citado como modelo de fealdad más horrorosa.
Después de esto, Picio se retiró a la villa de Lanjarón, de donde lo expulsaron porque jamás entró en la iglesia, por no quitarse el pañuelo con que cubría su calva. Entonces volvió a Granada, donde al poco tiempo murió.
Más en esta página.