ÚLTIMO LIBRO LEÍDO: “EN EL CAMINO“ de Jack Kerouac.
Con el paso del tiempo, “En el camino”, fue la biblia y el manifiesto de la generación beat, y se ha convertido en una «novela de culto» y en un clásico de la literatura norteamericana.
Se trata de una novela en parte autobiográfica escrita como un monólogo interior, entre el 2 y el 22 de abril de 1951. Está basada en los viajes que Kerouac y sus amigos hicieron por los Estados Unidos y México entre 1947 y 1950, y contribuyó a la mitificación de la ruta 66. Considerada como la obra definitiva de la generación beat, recibe su inspiración del jazz, la poesía y las drogas: describe un modo romántico y bohemio de vida. El libro es uno de los clásicos más influyentes del siglo XX y aún hoy se sigue reeditando a un ritmo de 100.000 copias anuales. Es considerado por la revista Time como una de las cien mejores novelas en idioma inglés editadas desde el nacimiento de la revista en 1923 hasta la actualidad.
Con un inconfundible estilo, que consiguió para Kerouac el título de «heredero de Charlie Parker», se narran los viajes enloquecidos, a bordo de Cadillacs prestados y Dodges desvencijados, de Dean Moriarty el mítico hipster, «un demente, un ángel, un pordiosero» y el narrador Sal Paradise, recorriendo el continente, de Nueva York a Nueva Orleans, Ciudad de México, San Francisco, Chicago y regreso a Nueva York.
Alcohol, orgías, marihuana, éxtasis, angustia y desolación, el retrato de una América subterránea, auténtica y desinhibida, ajena a todo lo establecido. Una crónica cuyos protagonistas, en la vida real y en el libro, fueron Jack Kerouac (Sal Paradise), Neal Cassady (Dean Moriarty), Allen Ginsberg, y William Burroughs.
En 2012, fue adaptada al cine como “On the road” por el director Walter Salles, e interpretada por Garrett Hedlund, Sam Riley, Kristen Stewart, Amy Adams, Viggo Mortensen, Alice Braga, Elisabeth Moss, Kirsten Dunst, y Steve Buscemi. La película no obtuvo buenas críticas, al no reflejar con acierto la magnitud de la obra literaria.
FRAGMENTOS“Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un ¡Ahhh!”.
“Ahora fíjate un poco en esos de ahí delante. Están inquietos, van contando los kilómetros que faltan, piensan en dónde van a dormir esta noche, cuánto dinero van a gastar en gasolina, el tiempo que hará, cuándo llegarán a su destino… como si en cualquier caso no fueran a llegar. Pero necesitan preocuparse y traicionan el tiempo con falsas urgencias o, también, mostrándose simplemente ansiosos y quejosos; sus almas de hecho no tendrán paz hasta que encuentren una preocupación bien arraigada, y cuando la hayan encontrado pondrán la cara adecuada, es decir, serán desgraciados y todo pasará a su lado y se darán cuenta y eso también les preocupará.”
“¿No comprendes, Sal, que los estantes que se construyen hoy día se rompen con el peso de cualquier chuchería en menos de seis meses o se vienen abajo? Y lo mismo las casas, y lo mismo la ropa. Esos hijoputas han inventado unos plásticos con los que podrían hacer casas que duraran para siempre. Y neumáticos. Los americanos mueren anualmente por millares debido a neumáticos defectuosos que se calientan en la carretera y revientan. Podrían fabricar neumáticos que nunca reventaran. Y lo mismo pasa con la pasta de dientes. Hay un chicle que han inventado y no quieren que se sepa porque si lo masticas de niño no tendrás caries en toda tu vida. Y lo mismo la ropa. Pueden fabricar ropa que dure para siempre. Prefieren hacer productos baratos y así todo el mundo tiene que seguir trabajando y fichando y organizándose en siniestros sindicatos y andar dando tumbos mientras las grandes tajadas se las llevan en Washington y Moscú.”