Ayer terminé de visionar la tercera temporada de la serie norteamericana de televisión Prison Break. Pueden leer tranquilamente esta entrada, ya que no contiene spoilers.
Por culpa de la huelga de guionistas, esta tercera temporada sólo ha contado con 13 episodios, lo cual se ha traducido en que el guión fuera mucho más trepidante y no se pudiera alargar la trama en exceso.
Esta tercera temporada comenzó algo flojita en sus primeros episodios, pero poco a poco recuperó la intensidad que la serie tuvo en su primera temporada, y que había perdido en la segunda. Esta similitud entre primera y tercera temporada se debe en gran medida a que en ambas, el protagonista Michael Scofield (Wentworth Miller) debe escapar de una prisión: Fox River en la primera, una casita de muñecas comparada con la violenta e irracional prisión panameña de Sona, en la tercera.
Aparecerán nuevos personajes, que unidos a los buenos actores de la serie que se mantienen, logran en todo momento unas interpretaciones de alto nivel.
Si al peligroso plan de fuga de una prisión de la que no escapó nadie antes, añadimos una trama vibrante también fuera de la prisión, Prison Break vuelve a enganchar al espectador de la manera a la que estaba acostumbrado, para colocarse entre una de las mejores series de ficción que se emiten hoy en día en el mundo.
Por cierto, el final de la temporada (sin revelar nada importante) es bastante acertado y deja abierta la cuarta temporada con Michael Scoldfield y su justicia poética…
En España puedes seguir esta tercera temporada en la cadena Fox, los Lunes a las 21:30h (comenzó el 25 de Febrero), y La Sexta la tiene anunciada para el próximo mes de Mayo.
Sin duda, muy recomendable.