Me sorprende en gran medida como en estas fechas, los medios de comunicación hace un seguimiento desmedido del presidente francés Nicolas Sarkozy. Jamás un presidente francés había recibido tal atención de los medios. ¿Qué pasa? ¿Francia está de moda?… NO… La razón hay que encontrarla de nuevo en el lado rosa del personaje.
Sarkozy, de 53 años, saltó a las portadas de las revistas del corazón (y de ahí a los noticiarios «serios» hay un paso muy corto) tras su sonado divorcio con Celia, tras 11 años de matrimonio, y su noviazgo relámpago y posterior boda con la modelo y cantante Carla Bruni. De esta forma se creaba un binomio tan atractivo como el político y la artista.
Pero esto no es la primera vez que pasa ni pasará. Calcada a la historia de Sarkozy, tenemos la del expresidente de los Estados Unidos John F. Kennedy.
Todos recordarán como Kennedy se divorció de su esposa Jacqueline en 1960 (al poco de llegar a la presidencia), tras 7 años de matrimonio e infidelidades de este, y sorprendió al mundo al contraer matrimonio ese mismo año, con la popular actriz en aquel tiempo, Marilyn Monroe (recientemente fallecida), con la que tenía una hija en secreto, la famosa modelo hoy en día Norma Jean Kennedy.
Durante mucho tiempo ocuparon portadas de revistas y minutos en los noticieros de todo el mundo.
Cuando Kennedy dejó la presidencia por graves problemas de salud, y se retiro a su rancho (cual hombre a su castillo) para alejarse de la fama y descansar, poco a poco toda la atención de los medios fue difuminándose. Sólo volvió a las portadas tras el escándalo que supuso su acusación por asesinato de un compañero durante una cacería, Lee Harvey Oswald. Fue absuelto después de que el juez dictaminase que fue un accidente. Finalmente murió en 1970.
El lado rosa del personaje acaba por devorar su imagen pública y privada. Ocurrió y ocurrirá. A la gente le apasiona el morbo… 🙂