Naufragio

Después de ti…

El diluvio, El caos, La tormenta, Hundirse, Nadar, Hundirse, Perder el aliento, Naufragar, Abismo, Isla desierta, Restos del naufragio, Soledad, Lucha, Supervivencia, Desolación, Sufrimiento, Querer, Construir, Aprender, Pensar, Encontrar, Apoyarse, Ilusiones, Amistad, Olvidar, Descubrir, Maravillarse, Navegar…

…Después de ti.

Miéntete

En el momento en que por su mente cruzó, rápida e inesperada como un relámpago, la primera mentira, el principio del fin estaba sellado.

Convertir esa mentira en palabras, supuso para ella un devastador ejercicio de culpabilidad, que hizo desmoronarse en su interior todos los principios que creía sagrados.
A esta mentira le siguieron otras, y descubrió que cada vez le dolían menos. Se estaba volviendo inmune al dolor que a él le causaría. Descubrió que disfrutaba con el engaño y el conflicto.

El dolor, no sería su dolor. Eso era lo único que importaba. Ella estaría muy por encima de la pena. Sería como un bombardero que soltaría su carga atómica, y volaría lejos, sin mirar atrás, sin preguntarse por los daños infringidos, sin leer prensa, sin ver la televisión. Bloqueo absoluto, victoria asegurada solamente a sus ojos. Eso era lo importante.

Todo sucedió rápido y como lo había planeado. Lo vio derrumbarse como nunca lo había visto. Se sorprendió sentirse fría y distante, incapaz de mirarlo a los ojos para no contagiarse de su dolor. En un instante todo terminó. Tanto, convertido en nada. El para siempre, en un recuerdo a olvidar. Con el tiempo hasta dudaría que lo amó. Tal vez nunca lo amó.

Ahora sólo quedaba la tarea más fácil. Engañarse a si misma cada día, cada minuto, cada pensamiento. Con ello conseguiría que las pesadillas, lo único que no podía manipular, acabaran siendo sus aliadas. Lo que opinara el mundo le daba igual.

Ahora podía por fin ser feliz. Al menos, eso era lo que ella creía…

Eres libre

Te crees libre.
Puedes elegir.

No te das cuenta que siempre, tu decisión ya la ha tomado otro por ti.
No percibes como todas las alternativas son la misma.

Como todos los caminos sólo llevan a una salida.
Como antes de plantearte nada, ya has elegido.
Como cualquier consejo en el que te apoyes, no es más que una mentira partidista.

Seguirás teniendo tu sensación de libertad.
Los hilos que te manejan son invisibles.

Puedes elegir.
Eres libre.

Sin avisar

Deberías volver a abrir los ojos.

Antes de que en tu alma estalle el devastador trueno que siempre llega
sin avisar.
Sin la cegadora luz de un relámpago perdido que lo anteceda.

Antes de que mañana se vuelva a acabar el mundo
sin avisar.
Sin que hayas logrado cumplir con la justicia divina de tu venganza.

Antes de que el encadenado perfume de las lilas y el miedo que lo inunda todo sean uno,
sin avisar.
Sin que el dolor acabe salvándote de ti mismo.

Deberías volver a abrir los ojos.

Singularidad

Estoy a un paso de abandonar el Big Crunch y comenzar un nuevo Big Bang.

Tan sólo me queda olvidar el 50% de los sitios donde estuvimos… repudiar la totalidad de los besos que te di… aborrecer tus labios, tus manos, el brillo de tus ojos cuando aparentabas ser feliz… terminar de enterrar tus falsas sonrisas, tus vanas promesas, tus irreales caricias… no recordar jamás que una vez estuviste ahí mientras yo seguía estando solo… destruir cualquier pensamiento de tu existencia bajo mi mismo cielo.

Tan sólo me queda terminar de transformar toneladas de amor, en el más vil de los desprecios…

Y aunque siga sin comprender nada… abro los ojos.

Damnatio Memoriae

Y en aquel instante comprendí que el pasado era una ilusión. Un pasado que ya no tenía ni tendría nunca nada de real. Sólo podía acceder a él a través de recuerdos que mi mente había modelado y distorsionado a mi antojo, consciente o inconscientemente. Para nada como realmente habían ocurrido las cosas.

Millones de neuronas conspirando hasta conseguir su propósito.

Nunca recordamos las cosas como sucedieron, sino como creemos que sucedieron, o en un acto de autoengaño, como nos decimos a nosotros mismos que sucedieron.

Millones de falsos recuerdos que poco a poco caen en el olvido, como las hojas de un bosque en otoño… como un sueño que se desvanece cuando despiertas.