En el fútbol, rara vez ocurren milagros, y lamentablemente, esta vez tampoco.
Francia ha eliminado a España porque tiene mejor selección y ha planteado mejor el partido. Jugadores con más experiencia, más fuerza, mejor colocación y mejor pegada.
España tiene un equipo con dos o tres futbolistas que la tocan muy bien, pero sólo eso.
No tiene remate ni jugadores resolutivos. ¿Será por la juventud de nuestros jugadores? No lo creo. Como no creo en Torres ni Raúl. Desgraciadamente, tampoco hay muchos delanteros donde echar mano. No se puede ganar sin tirar a puerta.
En defensa, Puyol es una isla entre jugadores fallones.
Sólo la suerte nos haría pasar a cuartos, en un mundial que se está caracterizando por partidos ramplones y defensivos, donde deciden las individualidades de los metros finales, o el árbitro que mete la pata. Como siempre, sólo le hemos ganado a las selecciones débiles.
Esta vez me duele menos. Nos han ganado porque hemos sido peores, y mirando todos los partidos desde la fase de clasificación, la selección española ha dejado mucho que desear.
Francia nos ha despertado de un sueño construido con pilares de barro… o quizá con mimbres muy verdes todavía.
El tiempo… todo lo cura… y el esperado buen vino, madura.
¿Están cansados de esperar para beber siempre calimocho?