“EN EL CAMINO“ de Jack Kerouac

ÚLTIMO LIBRO LEÍDO: “EN EL CAMINO“ de Jack Kerouac.

Con el paso del tiempo, “En el camino”, fue la biblia y el manifiesto de la generación beat, y se ha convertido en una «novela de culto» y en un clásico de la literatura norteamericana.

Se trata de una novela en parte autobiográfica escrita como un monólogo interior, entre el 2 y el 22 de abril de 1951. Está basada en los viajes que Kerouac y sus amigos hicieron por los Estados Unidos y México entre 1947 y 1950, y contribuyó a la mitificación de la ruta 66. Considerada como la obra definitiva de la generación beat, recibe su inspiración del jazz, la poesía y las drogas: describe un modo romántico y bohemio de vida. “EN EL CAMINO“ de Jack KerouacEl libro es uno de los clásicos más influyentes del siglo XX y aún hoy se sigue reeditando a un ritmo de 100.000 copias anuales. Es considerado por la revista Time como una de las cien mejores novelas en idioma inglés editadas desde el nacimiento de la revista en 1923 hasta la actualidad.

Con un inconfundible estilo, que consiguió para Kerouac el título de «heredero de Charlie Parker», se narran los viajes enloquecidos, a bordo de Cadillacs prestados y Dodges desvencijados, de Dean Moriarty el mítico hipster, «un demente, un ángel, un pordiosero» y el narrador Sal Paradise, recorriendo el continente, de Nueva York a Nueva Orleans, Ciudad de México, San Francisco, Chicago y regreso a Nueva York.

Alcohol, orgías, marihuana, éxtasis, angustia y desolación, el retrato de una América subterránea, auténtica y desinhibida, ajena a todo lo establecido. Una crónica cuyos protagonistas, en la vida real y en el libro, fueron Jack Kerouac (Sal Paradise), Neal Cassady (Dean Moriarty), Allen Ginsberg, y William Burroughs.

En 2012, fue adaptada al cine como “On the road” por el director Walter Salles, e interpretada por Garrett Hedlund, Sam Riley, Kristen Stewart, Amy Adams, Viggo Mortensen, Alice Braga, Elisabeth Moss, Kirsten Dunst, y Steve Buscemi. La película no obtuvo buenas críticas, al no reflejar con acierto la magnitud de la obra literaria.

FRAGMENTOS

“Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un ¡Ahhh!”.

“Ahora fíjate un poco en esos de ahí delante. Están inquietos, van contando los kilómetros que faltan, piensan en dónde van a dormir esta noche, cuánto dinero van a gastar en gasolina, el tiempo que hará, cuándo llegarán a su destino… como si en cualquier caso no fueran a llegar. Pero necesitan preocuparse y traicionan el tiempo con falsas urgencias o, también, mostrándose simplemente ansiosos y quejosos; sus almas de hecho no tendrán paz hasta que encuentren una preocupación bien arraigada, y cuando la hayan encontrado pondrán la cara adecuada, es decir, serán desgraciados y todo pasará a su lado y se darán cuenta y eso también les preocupará.”

“¿No comprendes, Sal, que los estantes que se construyen hoy día se rompen con el peso de cualquier chuchería en menos de seis meses o se vienen abajo? Y lo mismo las casas, y lo mismo la ropa. Esos hijoputas han inventado unos plásticos con los que podrían hacer casas que duraran para siempre. Y neumáticos. Los americanos mueren anualmente por millares debido a neumáticos defectuosos que se calientan en la carretera y revientan. Podrían fabricar neumáticos que nunca reventaran. Y lo mismo pasa con la pasta de dientes. Hay un chicle que han inventado y no quieren que se sepa porque si lo masticas de niño no tendrás caries en toda tu vida. Y lo mismo la ropa. Pueden fabricar ropa que dure para siempre. Prefieren hacer productos baratos y así todo el mundo tiene que seguir trabajando y fichando y organizándose en siniestros sindicatos y andar dando tumbos mientras las grandes tajadas se las llevan en Washington y Moscú.”

“EL INSTITUTO“ de Stephen King

ÚLTIMO LIBRO LEÍDO: “EL INSTITUTO“ de Stephen King.

“En mitad de la noche en un barrio tranquilo de Minneapolis raptan a Luke Ellis, de doce años, tras haber asesinado a sus padres. Una operación que dura menos de dos minutos. Luke se despierta en la siniestra institución conocida como El Instituto, en una habitación que se asemeja a la suya pero sin ventanas. En habitaciones parecidas hay otros niños: Kalisha, Nick, George, Iris y Avery Dixon, entre otros, que comparten capacidades especiales como telequinesia o telepatía. Todos ellos se alojan en la Mitad Delantera de la institución. Los mayores, en cambio, se encuentran en la Mitad Trasera. Como dice Kalisha: «Allí entras pero no sales».La señora Sigsby, la directora, y el resto del personal se dedican a aprovecharse sin compasión del talento paranormal de los chavales. Si te portas bien te premian. Si no, el castigo es brutal. Luke se da cuenta de que las víctimas van desapareciendo y son trasladadas a la Mitad Trasera, así que se obsesiona con escapar y pedir ayuda. Pero nunca nadie ha escapado de El Instituto…”“EL INSTITUTO“ de Stephen KingStephen King no defrauda y vuelve con clásicos de sus historias como los niños o la América profunda. Deudora de “Ojos de fuego” y con un elenco de personajes juveniles, como en “It” (mi libro favorito de King) y en “Stand By Me”, con los que podemos empatizar, “El Instituto” nos recuerda de inmediato al mejor King, incluso aunque trate temas tan oscuros como los que copan los titulares hoy en día y que nos hacen temer por nuestro futuro.

Una gran novela, a ratos fascinante, ideal para disfrutar en estas vacaciones de verano, que engancha desde el principio y hace que se lea del tirón.

Larga vida al rey del terror.

AUTOR

Stephen Edwin King , nació en Portland en 1947, y es un escritor de novelas de terror, misterio, ficción sobrenatural, ciencia ficción y literatura fantástica. Sus libros han vendido más de 350 millones de copias y en su mayoría han sido adaptados al cine y a la televisión. Ha publicado 62 novelas (siete de ellas, bajo el seudónimo de Richard Bachman) y siete libros de no ficción. Ha escrito, además, alrededor de doscientos relatos y novelas cortas, la mayoría de los cuales han sido recogidos en once colecciones.

Desdeñado por críticos y académicos literarios por ser considerado un autor «comercial»,su obra ha generado mayor atención desde la década de 1990. Es criticado regularmente por su estilo presuntamente «no literario». Por el contrario, su sentido de la narración, sus personajes animados y coloridos y su capacidad para jugar con los temores de los lectores han sido blanco de elogios. Si bien en la mayoría de sus historias utiliza el recurso del terror, también aborda de manera regular temáticas como la infancia, el racismo y la guerra, brindando un retrato social muy realista de los Estados Unidos, y siendo uno de los autores preferidos de los lectores en todo el mundo.

King ha ganado numerosos premios literarios, incluyendo el Premio Bram Stoker en trece ocasiones, el Premio British Fantasy siete veces, los Premios Locus en cinco oportunidades, el Premio Mundial de Fantasía cuatro veces, el Premio Edgar en dos ocasiones y los premios Hugo y O. Henry en una oportunidad.

Donde suben y bajan las mareas

Donde suben y bajan las mareas (Where the Tides Ebb and Flow) es un relato fantástico del escritor anglo-irlandés Lord Dunsany (1878-1957), publicado en la antología de 1910: Cuentos de un soñador (A Dreamer’s Tales).

Su obra, la cual gira en torno a la alta fantasía, el horror y lo extraño, ejerció gran influencia y admiración en distintos autores como H. P. Lovecraft, J. R. R. Tolkien, Jorge Luis Borges y Arthur C. Clarke.

Soñé que había hecho algo horrible, tan horrible, que se me negó sepultura en tierra y en mar, y ni siquiera había infierno para mí. Esperé algunas horas con esta certidumbre. Entonces vinieron por mí mis amigos, y secretamente me asesinaron, y con antiguo rito y entre grandes hachones encendidos, me sacaron.

Esto acontecía en Londres, y furtivamente, en el silencio de la noche, me llevaron a lo largo de calles grises y por entre míseras casas hasta el río. Y el río y el flujo del mar pugnaban entre bancos de cieno, y ambos estaban negros y llenos de los reflejos de las luces. Una súbita sorpresa asomó a sus ojos cuando se les acercaron mis amigos con sus hachas fulgurantes. Y yo lo veía, muerto y rígido, porque mi alma aún estaba entre mis huesos, porque no había infierno para ella, porque se me había negado sepultura cristiana.

Me bajaron por una escalera cubierta de musgo y viscosidades, y así descendí poco a poco al terrible fango. Allí, en el territorio de las cosas abandonadas, excavaron una fosa. Después me depositaron en la tumba, y de repente arrojaron las antorchas al río. Y cuando el agua extinguió el fulgor de las teas, se vieron, pálidas y pequeñas, nadar en la marea; y al punto se desvaneció el resplandor de la calamidad, y advertí que se aproximaba la enorme aurora; mis amigos se taparon los rostros con sus capas, y la solemne procesión se dispersó, y mis amigos fugitivos desaparecieron calladamente.

Illustration by Sidney SimeIlustración de Sidney Sime

Entonces volvió el fango cansadamente y lo cubrió todo, menos mi cara. Allí yacía solo, con las cosas olvidadas, con las cosas amontonadas que las mareas no llevarán más adelante, con las cosas inútiles y perdidas, con los ladrillos horribles que no son tierra ni piedra. Nada sentía, porque me habían asesinado; mas la percepción y el pensamiento estaban en mi alma desdichada. La aurora se abría, y vi las desoladas viviendas amontonadas en la margen del río, y en mis ojos muertos penetraban sus ventanas muertas, tras de las cuales había fardos en vez de ojos humanos.

Y tanto hastío sentí al mirar aquellas cosas abandonadas, que quise llorar, mas no pude porque estaba muerto. Supe entonces lo que jamás había sabido: que durante muchos años aquel rebaño de casas desoladas había querido llorar también, mas, por estar muertas, estaban mudas. Y supe que también las cosas olvidadas hubiesen llorado, pero no tenían ojos ni vida. Y yo también intenté llorar, pero no había lágrimas en mis ojos muertos. Y supe que el río podía habernos cuidado, podía habernos acariciado, podía habernos cantado, mas él seguía corriendo sin pensar más que en los barcos maravillosos.

Por fin, la marea hizo lo que no hizo el río, y vino y me cubrió, y mi alma halló reposo en el agua verde, y se regocijó, e imaginó que tenía la sepultura del mar. Mas con el reflujo descendió el agua otra vez, y otra vez me dejó solo con el fango insensible, con las cosas olvidadas, ahora dispersas, y con el paisaje de las desoladas casas, y con la certidumbre de que todos estábamos muertos.

En el negro muro que tenía detrás, tapizado de verdes algas, despojo del mar, aparecieron oscuros túneles y secretas galerías tortuosas que estaban dormidas y obstruidas. De ellas bajaron al cabo furtivas ratas a roerme, y mi alma se regocijó creyendo que al fin se vería libre de los malditos huesos a los que se había negado entierro.

Pero pronto se apartaron las ratas y murmuraron entre sí. No volvieron más. Cuando descubrí que hasta las ratas me execraban, intenté llorar de nuevo. Entonces, la marea vino retirándose, y cubrió el espantoso fango, y ocultó las desoladas casas, y acarició las cosas olvidadas, y mi alma reposó por un momento en la sepultura del mar. Luego me abandonó otra vez la marea. Y sobre mí pasó durante muchos años arriba y abajo. Un día me encontró el Consejo del Condado y me dio sepultura decorosa. Era la primera tumba en que dormía. Pero aquella misma noche mis amigos vinieron por mi, y me exhumaron, y me llevaron de nuevo al hoyo somero del fango.

Una y otra vez hallaron mis huesos sepultura a través de los años, pero siempre al fin del funeral acechaba uno de aquellos hombres terribles, quienes, no bien caía la noche, venían, me sacaban y me volvían nuevamente al hoyo del fango. Por fin, un día murió el último de aquellos hombres que hicieron un tiempo la terrible ceremonia conmigo. Oí pasar su alma por el río al ponerse el sol. Y esperé de nuevo.

Pocas semanas después me encontraron otra vez, y de nuevo me sacaron de aquel lugar en que no hallaba reposo, y me dieron profunda sepultura en sagrado, donde mi alma esperaba descanso. Y al punto vinieron hombres embozados en capas y con hachones encendidos para volverme al fango, porque la ceremonia había llegado a ser tradicional y de rito. Y todas las cosas abandonadas se mofaron de mí en sus mudos corazones cuando me vieron volver, porque estaban celosas de que hubiese dejado el fango. Debe recordarse que yo no podía llorar.

Y corrían los años hacia el mar adonde van las negras barcas, y las grandes centurias abandonadas se perdían en el mar, y allí permanecía yo sin motivo de esperanza y sin atreverme a esperar sin motivo por miedo a la terrible envidia y a la cólera de las cosas que ya no podían navegar.

Una vez se desató una gran borrasca que llegó hasta Londres y que venía del mar del Sur; y vino retorciéndose río arriba empujada por el viento furioso del Este. Y era más poderosa que las espantosas mareas, y pasó a grandes saltos sobre el fango movedizo. Y todas las tristes cosas olvidadas se regocijaron y mezcláronse con cosas que estaban más altas que ellas, y pulularon otra vez entre los señoriles barcos que se balanceaban arriba y abajo. Y sacó mis huesos de su horrible morada para no volver nunca más, esperaba yo, a sufrir la injuria de las mareas. Y con la bajamar cabalgó río abajo, y dobló hacia el Sur, y tornóse a su morada. Y repartió mis huesos por las islas y por las costas de felices y extraños continentes. Y por un momento, mientras estuvieron separados, mi alma se creyó casi libre.

Luego se levantó, al mandato de la Luna, el asiduo flujo de la marea, y deshizo en un punto el trabajo del reflujo, y recogió mis huesos de las riberas de las islas de sol, y los rebuscó por las costas de los continentes, y fluyó hacia el Norte hasta que llegó a la boca del Támesis, y subió por el río y encontró el hoyo en el fango, y en él dejó caer mis huesos; y el fango cubrió algunos y dejó otros al descubierto, porque el fango no cuida de las cosas abandonadas.

Llegó el reflujo, y vi los ojos muertos de las cosas y la envidia de las otras cosas olvidadas que no había removido la tempestad. Y transcurrieron algunas centurias más sobre el flujo y el reflujo y sobre la soledad de las cosas olvidadas. Y allí permanecía, en la indiferente prisión del fango, jamás cubierto por completo ni jamás libre, y ansiaba la gran caricia cálida de la tierra o el dulce regazo del mar.

A veces encontraban los hombres mis huesos y los enterraban, pero nunca moría la tradición, y siempre me volvían al fango los sucesores de mis amigos. Al fin dejaron de pasar los barcos y fueron apagándose las luces; ya no flotaron más río abajo las tablas de madera, y en cambio llegaron viejos árboles descuajados por el viento, en su natural simplicidad.

Al cabo percibí que dondequiera a mi lado se movía una brizna de hierba y el musgo crecía en los muros de las casas muertas. Un día, una rama de cardo silvestre pasó río abajo. Por algunos años espié atentamente aquéllas señales, hasta que me cercioré de que Londres desaparecía. Entonces perdí una vez más la esperanza, y en toda la orilla del río reinaba la ira entre las cosas perdidas, pues nada se atrevía a esperar en el fango abandonado. Poco a poco se desmoronaron las horribles casas, hasta que las pobres cosas muertas que jamás tuvieron vida encontraron sepultura decorosa entre las plantas y el musgo. Al fin apareció la flor del espino y la clemátide. Y sobre los diques que habían sido muelles y almacenes se irguió al fin la rosa silvestre. Entonces supe que la causa de la Naturaleza había triunfado y que Londres había desaparecido.

El último hombre de Londres vino al muro del río, embozado en una antigua capa, que era una de aquellas que un tiempo usaron mis amigos, y se asomó al pretil para asegurarse de que yo estaba quieto allí; se marchó y no le volví a ver: había desaparecido a la par que Londres.

Pocos días después de haberse ido el último hombre entraron las aves en Londres, todas las aves que cantan. Cuando me vieron, me miraron con recelo, se apartaron un poco y hablaron entre sí.

Sólo pecó contra el Hombre —dijeron—. No es cuestión nuestra.

Seamos buenas con él. —dijeron.

Entonces se me acercaron y empezaron a cantar. Era la hora del amanecer, y en las dos orillas del río, y en el cielo, y en las espesuras que un tiempo fueron calles, cantaban centenares de pájaros. A medida que el día adelantaba, arreciaban en su canto los pájaros; sus bandadas espesábanse en el aire, sobre mi cabeza, hasta que se reunieron miles de ellos cantando, y después millones, y por último no pude ver sino un ejército de alas batientes, con la luz del sol sobre ellas, y breves claros de cielo. Entonces, cuando nada se oía en Londres más que las miríadas de notas del canto alborozado, mi alma se desprendió de mis huesos en el hoyo del fango y comenzó a trepar sobre el canto hacia el cielo. Y pareció que se abría entre las alas de los pájaros un sendero que subía y subía, y a su término se entreabría una estrecha puerta del Paraíso. Y entonces conocí por una señal que el fango no había de recibirme más, porque de repente me encontré que podía llorar.

En este instante abrí los ojos en la cama de una casa de Londres, y fuera, a la luz radiante de la mañana, trínaban unos gorriones sobre un árbol; y aún había lágrimas en mi rostro, pues la represión propia se debilita en el sueño. Me levanté y abrí de par en par la ventana, y extendiendo mis manos sobre el jardincillo, bendije a los pájaros cuyos cantos me habían arrancado a los turbulentos y espantosos siglos de mi sueño.

“INVÉNTATE ALGO“ de Chuck Palahniuk

ÚLTIMO LIBRO LEÍDO: “INVÉNTATE ALGO“ de Chuck Palahniuk.

De nuevo leyendo a uno de mis autores favoritos del panorama literario actual. Chuck Palahniuk, que salto a la fama con su brillante «El Club de la Lucha«, representa la literatura independiente estadounidense: feroz, brutal, impactante, incisivo, desquiciante, perverso, ácido, delirante, cáustico…, y todos ellos juntos aún se quedan cortos para definir el hábil manejo al que somete el lenguaje.

“INVÉNTATE ALGO“ de Chuck PalahniukEs la sexta novela que le leo, tras “El Club de la Lucha”, “Asfixia”, “Nana”, “Pigmeo”, y “Superviviente”.

“Invéntate algo” es la primera colección de relatos cortos de Chuck Palahniuk, una compilación inédita de historias más una novela corta que perturbarán y maravillarán al lector. La obra incluye también una joya para fans: la historia precursora del clásico generacional “El Club de la Lucha”, donde se ofrece una versión nunca vista de Tyler Durden, su célebre protagonista.

Lo absurdo de la vida y la muerte se despliega aquí en toda su extensión: alumnos brillantes que se convierten trágicamente en adictos a la droga de moda, shocks eléctricos con desfibriladores cardíacos, un hijo que sueña con contar un último chiste a su padre moribundo, o un fisioterapeuta que practica el curioso arte de proporcionar «alivio» a clientes agonizantes. Otras de estas retorcidas historias tienen que ver con el fuego, las malformaciones, las críticas a la sociedad materialista, la bestialidad, o un asesinato en un retiro espiritual al estilo Burning Man.

Desternillantes, cáusticos, extraños y conmovedores, estos relatos representan todo aquello que el público ha llegado a amar de Chuck Palahniuk. Con su característico humor negro, sus tramas terroríficamente bizarras y su sátira de las patologías de la vida moderna, el autor continúa afianzándose como una de las figuras más transgresoras de la literatura actual.

La crítica ha dicho:

«Palahniuk vuelve de una etapa de experimentación con veintitrés cuentos que celebran su gusto perpetuo por lo macabro. Patetismo, pánico y penitencia en una de las mentes más oscuras y singulares de la literatura norteamericana contemporánea.»
KirkusReview

«Por primera vez Palahniuk reúne sus cuentos, que traen consigo el humor, terror y coraje característicos del autor. Unas historias tratan del fuego, otras de los fluidos corporales, fallos y errores, críticas a la sociedad materialista, bestialidad, un partido de tenis embrujado, y un asesinato en un festival de música. La colección es indispensable para cualquier fan de Palahniuk y sin duda se ganará nuevos seguidores.»
Publishers Weekly

«Palahniuk no escribe para turistas. Escribe para profundos devotos, atraídos por el despliegue de su imaginación salvaje y resentida, y por un humor que rompe todos los tabúes.»
The New York Times

«Pocos autores contemporáneos son capaces de mezclar lo intolerable y lo divertido con tal placer.»
Newsday

«Aunque seguramente sufras un fuerte mareo con los giros emocionales de cada página, estarás a salvo, puesto que el autor sabe con exactitud lo que hace y sabe que te tiene precisamente donde él quiere.»
Booklist

“LAS 50 GRANDES MENTIRAS DE LA HISTORIA“ de Bernd Ingmar Gutberlet

ÚLTIMO LIBRO LEÍDO: “LAS 50 GRANDES MENTIRAS DE LA HISTORIA“ de Bernd Ingmar Gutberlet.

SINOPSIS

¿Qué sucedió durante «el Diluvio»? ¿Cuándo fue la Nochebuena? ¿Fue la Edad Media una época oscura? ¿Fracasó de verdad la Armada Invencible? ¿Qué pasó realmente en Cuba durante la guerra fría?
“LAS 50 GRANDES MENTIRAS DE LA HISTORIA“ de Bernd Ingmar GutberletYa sea por sensacionalismo, cálculo político o simple calumnia, las falacias históricas quedan ancladas entre nosotros incluso hasta mucho después de que hayan sido desmentidas. Por ello, este libro recoge las leyendas y mentiras más relevantes, deslumbrantes, perniciosas y desconcertantes de la historia universal, y analiza qué hay de verdadero, falso o dudoso en ellas. En lugar de resultar un asunto árido, la exploración y aclaración de estas leyendas proporciona una gran comprensión de los contextos históricos, del porqué de las trampas y los engaños de la historia y de las dimensiones que estos pueden alcanzar.

Toca temas como La Atlántida, La carrera de Maratón, Cleopatra, La Biblioteca de Alejandría, Jesús de Nazaret, Poncio Pilato, El emperador Tiberio, Arde Roma, La Donación de Constantino, La Edad Media, Leonor de Aquitania, La batalla de Liegnitz, San Antonio, Robin Hood, Sodoma y Gomorra, El conde Drácula, El descubrimiento de América, La dinastía de los Borgia, El fracaso de la Armada Invencible, Los emigrantes del Mayflower, Galileo Galilei, Luis XIV, Los masones, La Revolución Francesa, María Antonieta, El discurso del Jefe Seattle, La guerra civil estadounidense, La muerte de Tchaikovsky, El naufragio del Titanic, La maldición de Tutankamon, El discurso de Stalin, La Résistance, Holanda durante la ocupación alemana, La Cámara de Ámbar, La conferencia de Yalta, Marilyn Monroe, La crisis de Cuba, El asesinato de JFK, El alunizaje, La desintegración de Yugoslavia… y muchos más.

Quien no conoce la historia está condenado a repetir sus errores.

AUTOR

Bernd Ingmar Gutberlet (Berlín, 1940) vive y escribe en Berlín. Estudió historia en esta ciudad y en Budapest, y ha trabajado como periodista, editor y director de proyectos culturales. Con las teorías que proponía en su anterior libro, Los cincuenta errores más populares de la historia alemana, se ganó la credibilidad de la crítica.

“UN ROSTRO EN LA MULTITUD“ de Stephen King y Stewart O’Nan

ÚLTIMO LIBRO LEÍDO: “UN ROSTRO EN LA MULTITUD“ de Stephen King y Stewart O’Nan.

Sinopsis

“Desde la muerte de su mujer, Dean Evers se pasa las tardes apoltronado en el sofá viendo partidos de béisbol. Durante una de estas tardes solitarias, mientras mira un partido de los Devil Rays contra los Mariners, la visión de una figura entre las gradas lo saca de su letargo. Dos filas detrás de la multitud, en el asiento asignado a un invitado especial, alguien le mira fijamente desde el otro lado del televisor. Es el rostro de una persona de su pasado, de hace décadas, de alguien que no debería estar en un partido de béisbol ni tampoco en ningún lugar de este planeta. Y así empiezan a desfilar por la pantalla personas de su pasado. Hasta que un día aparece la más terrorífica de todas…”
“UN ROSTRO EN LA MULTITUD“ de Stephen King y Stewart O’NanSe trata de una novela corta de Stephen King y Stewart O’Nan, publicada originalmente en formato de libro electrónico el 21 de agosto de 2012, al igual que en formato de audiolibro, leída por Craig Wasson.

Relato muy del estilo de Stephen King. Imaginativo, sorprendente y con pinceladas de emotividad, que resulta muy fácil de leer. Lenguaje sencillo, directo y efectivo. Como siempre, tratando de hacer de lo cotidiano, algo terrorífico.

Autores

Stephen King es el maestro indiscutible de la narrativa de terror contemporánea, con una gran cantidad de libros publicados, y de premios a sus espaldas.

Entre sus títulos más célebres cabe destacar El Misterio de Salem’s Lot, El resplandor, La zona muerta, Ojos de fuego, It, Maleficio, La milla verde y las siete novelas que componen el ciclo «La Torre Oscura».

Los últimos libros que le he leído son Mr. Mercedes, Joyland, 22/11/63, La Historia de Lisey, En la Hierba Alta, UR, Cell, El Misterio de Salem’s Lot, El Juego de Gerald, Quien Pierde Paga, El Bazar de los Malos Sueños, Revival, y El Visitante.

Stewart O’Nan es un novelista estadounidense, especializado en el horror y la ficción.

Es uno de los autores de género más prestigiosos de su generación. También legó a colaborar con Stephen King en la novela deportiva Faithful, ambientada en el mundo del beisbol. La revista Granta le incluyó en su popular lista de autores jóvenes a tener en cuenta.

Entre sus novelas más as destacadas están “Una Oración por los que Mueren”, “Noche de Difuntos”, y “Snow Angels”, que fue adaptada al cine en 2007, dirigida por David Gordon Green y protagonizada por Sam Rockwell y Kate Beckinsale.

“CITA CON RAMA“ de Arthur C. Clarke

ÚLTIMO LIBRO LEÍDO: “CITA CON RAMA“ de Arthur C. Clarke.

Sinopsis

“Después del impacto de un enorme asteroide que destruye Padua y Verona, se crea un sofisticado sistema para detectar la trayectoria de cualquier objeto que se aproxime a la Tierra. De esta forma se detecta Rama, un extraño asteroide que, gira a un velocidad increíble y que, según todos los cálculos no volverá a pasar jamás por el Sistema Solar.
Pero lo más inquietante se produce cuando aparecen indicios de que Rama pueda ser artificial, con las implicaciones que ello conlleva.”
“CITA CON RAMA“ de Arthur C. ClarkeClarke es uno de los novelistas de ciencia ficción más conocidos y galardonados, tanto en el campo literario como en el científico. Su obra «Cita con Rama», es una de las obras más premiadas de todos los tiempos (premios Nebula, Locus, Hugo, Júpiter y John W. Campbell Memorial, entre otros) y sin duda una de las mejores novelas escritas por el autor.

Se trata de la cuarta novela que leo de Clarke, después de “2001 Una Odisea Espacial”, “El Martillo de Dios” y “El Fin de la Infancia”. Hace unos años se anunció que David Fincher iba a dirigir una adaptación cinematográfica de la obra, que interpretaría y produciría Morgan Freeman, pero el proyecto está actualmente parado.

Imprescindible para los seguidores de la ciencia ficción

Autor

Arthur Charles Clarke nació en 1917, en Minehead, Somerset, Inglaterra. Después de la Segunda Guerra Mundial entró en el King’s College, Londres, en 1948, acabando con honores sus estudios en física y matemáticas. Entre 1946 y 1947 y entre 1950 y 1953 fue presidente de la Sociedad de Interplanetaria Británica. Arthur C. Clarke escribió el guión de “2001 Una Odisea Espacial” (1968) junto a Stanley Kubrick. La novelización fue escrita basándose en el guión. En los 60 Arthur C. Clarke dedica sus energías creativas a obras ajenas al género, y a la divulgación científica. En 1980 gana el premio Hugo de novela. Clarke siempre escribe con lucidez, a veces en un tono frío, frecuentemente con gracia, siendo un agudo evocador que ha producido algunas de los imágenes más memorables en ciencia ficción.

“OCEÁNICO“ de Greg Egan

ÚLTIMO LIBRO LEÍDO: “OCEÁNICO“ de Greg Egan.

Oceánico es una recopilación de tres novelas cortas del escritor australiano de ciencia ficción hard, Greg Egan. El libro está formado por: “Oceánico”, que da nombre a toda la antología, “Oráculo” y “Singleton”.
“OCEÁNICO“ de Greg EganOceánico” narra las aventuras y desventuras de un joven que habita en un mundo poblado antaño por los seres humanos en el que hay dos grandes masas de población: los que viven en tierra firme y los que lo hacen a bordo de embarcaciones en el océano. Nos cuenta su enfrentamiento personal entre su fe religiosa y sus conocimientos científicos.
Recibió los premios Hugo y Locus de 1998 al mejor relato

Oráculo” es un peculiar relato sobre viajes en el tiempo entre universos paralelos, uno de los temas recurrentes en Greg Egan. En este caso, una criatura proviniente de una línea paralela acude en ayuda de un personaje que es un alter ego de Alan Turing, gran matemático de mediados del siglo XX e inventor de la cibernética, que es retenido cautivo debido a su homosexualidad.

Finalmente, “Singleton” un potente relato sobre la existencia de inteligencias artificiales (Iadas) en un futuro cercano. Una pareja australiana que no puede tener hijos, decide adoptar a una Iada como hija y educarla con toda normalidad, como si de una criatura de sangre y hueso se tratase. Es un relato que habla, en pocas páginas de muchos temas: la educación, la intolerancia, el libre albedrío, la inteligencia artificial y, nuevamente, la teoría de los múltiples universos y la decoherencia cuántica.

Se trata de la tercera recopilación de cuentos que leo de este autor, tras “Axiomático” y “Luminoso”.

Como curiosidad, y como se puede comprobar en la imagen que adjunto al texto, Egan no es muy dado a conceder entrevistas, no asiste a convenciones ni a firmas de ejemplares, y tampoco hay fotos suyas en la red.

Autor

Greg Egan, nacido el 20 de agosto de 1961 en Perth (Australia). Matemático por formación (graduado en la universidad de Australia Occidental) y programador de computadoras por profesión, es más conocido por su faceta de escritor de novelas y relatos de ciencia ficción, en la que ha destacado en el panorama de los últimos años.

Este escritor es un claro exponente de la llamada ciencia ficción hard, para cuya total comprensión son necesarios ciertos conocimientos científicos de campos como la física, biología, matemáticas, computación, genética, etc.

Entre los premios que ha recibido destacan el John W. Campbell Memorial de 1995 por Ciudad Permutación.